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Glaucoma

¿Qué es el glaucoma?

El glaucoma es un grupo de afecciones oculares que dañan el nervio óptico, cuya salud es vital para tener una buena vista. Este daño a menudo se produce por una presión en el ojo más alta de lo normal.

El glaucoma engloba una serie enfermedades que se caracterizan por un daño progresivo e irreversible al nervio óptico. La presión intraocular elevada es el principal factor de riesgo asociado a esta patología, aunque no el único.

El glaucoma es una de las principales causas de ceguera para las personas mayores de 60 años. Puede producirse a cualquier edad, pero es más común en adultos mayores.

 

¿Qué síntomas produce el glaucoma?

El glaucoma es una enfermedad que no produce síntomas en los estados iniciales. Se la conoce como la ceguera silenciosa. A nivel visual se traduce con una pérdida de visión indolora, en la mayoría de los casos, progresiva, que suele afectar primero a la visión periférica y en fases terminales a la visión central. Esta pérdida de visión es irreversible. Se calcula que afecta a un 2 a 3% de la población, incrementándose en edades avanzadas.

 

 

¿Cómo se diagnostica el glaucoma?

Mediante los últimos sistemas de detección precoz de glaucoma, podemos diagnosticar la enfermedad en fases iniciales de la misma, en las que el tratamiento nos va a permitir controlar la evolución del mismo.

En el diagnóstico de la patología glaucomatosa tenemos que evaluar de manera conjunta varios factores:

    • Tonometría. Es la medida de la presión intraocular. Se realiza mediante la aplicación de unas gotas anestésicas oculares y posteriormente la toma de la tensión ocular con el tonómetro.
        • Medida de la agudeza Visual. Nos indica la visión central.

    • Campo visual. Nos mide la visión periférica, que es la que se afecta típicamente por el glaucoma. Se realiza mediante la campimetría.

        • Fotografía de el nervio óptico. Nos indica si hay signos de afectación ocular por el glaucoma. Muy útil para observar evolución a largo plazo.

      • OCT de nervio óptico. Cada vez son más utilizadas. Mediante este modernos sistema podemos medir de la capa de fibras nerviosas de el nervio óptico y células ganglionares, podemos valorar de manera cuantitativa y cualitativa el grado de afectación del nervio óptico por el glaucoma. También permite realizar un análisis estructural de el nervio óptico. El OCT es también útil para evaluar la progresión de esta patología.

        • Paquimetría corneal. Nos indica el espesor corneal mediante una sonda ultrasónica. Es importante en la valoración de la presión intraocular corregida con paquimetría.

        • OCT segmento anterior. Nos permite medir el ángulo de la cámara anterior. Es muy útil en glaucoma de ángulo estrecho.

¿Se puede prevenir el glaucoma?

A partir de los 40 años es importante someterse a revisiones oculares periódicas, para poder realizar un  diagnóstico precoz del glaucoma. Este diagnóstico precoz de glaucoma es muy importante si existen factores de riesgo, como son tener antecedentes familiares directos con glaucoma, alta miopía, edad mayor de 60 años, la raza negra, así como otras enfermedades oculares.

Debido a que la mayoría de los tipos de glaucoma no producen síntomas, se recomienda un examen oftalmológico de rutina en todos los pacientes, que incluya toma de la presión intraocular y en lo posible también evaluación del nervio óptico. Los pacientes con riesgo de desarrollar glaucoma necesitarán exámenes médicos más frecuentes y también exámenes complementarios para evaluar el daño que pudiera tener el nervio óptico y su evolución con el correr del tiempo.
El paciente con riesgo de desarrollar glaucoma o que padece glaucoma debe ser evaluado 3-4 veces al año, pero la frecuencia de las visitas dependerá en gran medida del riesgo de progresión de la gravedad en cada caso en particular.
Una vez diagnosticada la enfermedad, se puede controlar mediante tratamiento médico, procedimientos láser o cirugía.